En un movimiento sin precedentes, la Casa Blanca anunció una serie de compromisos voluntarios por parte de siete importantes compañías que estan utilizando y aprovechando de la Inteligencia Artificial. Estos compromisos buscan abordar una preocupación creciente en la sociedad: la dificultad de distinguir el contenido generado por IA del contenido redactado y producido por seres humanos. Aunque la mayoría de los puntos parecen difíciles de medir, un compromiso en particular destaca como una acción concreta: la implementación de marcas de agua para identificar el contenido generado por IA.
La tecnología de IA ha avanzado a pasos agigantados en los últimos años, permitiendo la creación de contenido que se asemeja cada vez más al producido por humanos. Sin embargo, esta similitud también plantea desafíos significativos en términos de confianza en la información que día a día consumimos.
Hay varias empresas que utilizan marcas de agua para diferenciar su contenido como : Getty Images, Shutterstock, Adobe Stock, iStock, entre otros. En algunos casos, plataformas de streaming como Netflix utilizan marcas de agua para el contenido que se envía para revisiones o proyecciones previas. Algunas películas utilizarán dicho metodo para evitar la piratería, ya que contienen identificadores únicos que pueden rastrear el origen de copias ilegales.
Es importante destacar que el uso de marcas de agua puede variar entre empresas e industrias. Mientras que algunas compañías protegerán su propiedad intelectual, otras pueden utilizar métodos alternativos para diferenciar su contenido de fuentes generadas por IA o no autorizadas.
El uso de marcas de agua como mecanismo para acreditar y diferenciar el contenido generado por IA es una solución que promete. Este sello distintivo permitirán a los usuarios conocer de manera transparente si el contenido que están consumiendo fue producido por una máquina o por un humano. Un paso decisivo para fomentar la confianza y mitigar posibles manipulaciones de textos, imagenes, video o narrativas.
El primer paso para desactivar el entramado de la desinformación se ha dado. Sin embargo, existen preocupaciones sobre la implementación de dicha estrategia. El marcaje de agua puede ser costoso para las empresas, ya que podría conducir a una pérdida de usuarios que prefieren consumir contenido "unbranded". Otra duda que viene a la mente es si los motores de búsqueda priorizarían el contenido generado por IA, lo que podría afectar el ranking de ciertas empresas en el buscador.
El gobierno está haciendo su parte, presionar a las principales compañías de IA para que implementen estas marcas de agua en sus productos y servicios. Sin embargo, también se reconoce que esta medida podría enfrentar desafíos en sistemas de código abierto, donde los usuarios pueden modificar fácilmente el software para eludir las marcas de agua.
Las grandes empresas tecnológicas como Microsoft, Apple, Sisco, Google, entre otras, se han comprometido a cumplir con estas directrices. El desafío ahora radica en ver qué compañías lograrán implementar un sistema de marcaje de agua sólido y efectivo, cuáles optarán por una solución más light.
El éxito de este enfoque voluntario dependerá de el nivel de compromiso que le imprimen los gigantes tecnológicos involucrados. ¿Cumpliran su promesa? ¿Esta iniciativa allanará el camino para una mayor regulación en el futuro? ¿Empoderará a los usuarios para tomar decisiones informadas?
Esperemos con atención cómo se desarrolla en los próximos meses. La ética digital torna fundamental para el futuro de la Gobernanza Digital.